sábado, 3 de octubre de 2009

Me quiero “Independizar”: Me quiero ir de mi casa

En este tiempo me ha sorprendido la cantidad de testimonios acerca de la necesidad manifiesta de los jóvenes de irse de sus casas argumentando querer “independizarse”. Lo cierto es que todos, en algún momento necesitamos independizarnos no solo económicamente sino también emocionalmente de aquellos que conforman nuestro núcleo más cercano (padres, familia, trabajo, etc.). Porque esto es parte de crecer. “Madurar“.
Ya he comentado en otras oportunidades como se forjan nuestros vínculos y dependencias (físicas y emocionales) desde el momento en que nacemos, necesitamos siempre de un otro para subsistir debido al estado prematuro y de “indefensión” en que venimos al mundo (un bebe por si solo no puede alimentarse, cuidarse, bañarse, contenerse ante situaciones de desamparo, miedos, etc. etc.). Esta condición favorece nuestros vínculos de dependencia con todos aquellos que tenemos cerca y nos aportan algo a nuestra vida y bienestar. Es decir, que sobre la respuesta a necesidades físicas reales como alimentarse, cuidarse, dormir, se generan otras de orden afectivo como la contención emocional frente a situaciones de desamparo, de frustración, de alegría. Necesitamos del otro para mucho más que subsistir. De esta manera las personas significativas en nuestra vida se convierten en nuestro sostén.
Y necesitamos de ese sostén mientras estemos “verdes”, mientras nos falte aprender, confiar, adquirir seguridad, armar nuestro marco de referencias, nuestro propio sistema de valores, desarrollar nuestro sentido común, confianza, criterio, recursos defensivos, herramientas para desenvolvernos en la vida cotidiana, autonomía, sentido de responsabilidad, capacidad de elección y decisión. Parece mucho no?
Sin embargo todo eso pasa (o debería pasar) mientras crecemos. En algunos casos casi naturalmente, dependiendo del contexto familiar y social en que se crezca.
Mucho depende de los padres que nos hayan tocado, de como ellos mismos hayan resuelto el proceso de separación-individuación de sus propios padres. Porque crecer e independizarse es eso, separarse e individualizarse, ser uno y único. Pensar, elegir, decidir, y responsabilizarse por uno mismo.
Despegar implica estar preparados para afrontar desafíos solos, para sostenernos solos, aceptar los errores, correr el riesgo de equivocarnos y sabiendo que somos responsables de eso. Aprehender esto dependerá de las prácticas de “ensayo y error” que vayamos realizando en nuestra vida, en diferentes contextos y con distintas implicancias por supuesto, de niños bajo la mirada de nuestros padres, de grandes un poco más solos. Pero en esto es muy importante el lugar que dan los padres para esta “practica” previa.
Habitualmente se confunde independizarse con “mudarse solo” o “irse de casa”. Sin embargo, esta decisión no tiene que ser una reacción a una mala relación con nuestra familia, a una disconformidad, o a no estar del todo cómodo, pensando que la distancia física resolverá las cosas.
Es más amplio que esto, aunque a veces tales diferencias con los padres precipitan una decisión de este tipo. Es el resultado de un proceso de crecimiento y maduración. Forma parte de la necesidad de tener un espacio propio, una identidad, responsabilidades, riesgos y aciertos.
Ante esa situación sería conveniente revisar primero que moviliza la decisión de mudarse, y tratar de resolver primero los conflictos familiares para no sentirse obligado a independizarse, ni buscar falsa soluciones que se convertirán luego en otro problema.
Publicado por Lic. Eliana Maratea

¡Quiero Ser Feliz!


El ser feliz es una necesidad para las personas, muchos quieren disfrutar la vida pero no saben cómo hacerlo, pareciera que es más fácil odiar la vida que amarla. No disfrutan las relaciones, las amistades, el trabajo, no disfrutan nada y llegan a preguntarse ¿Por qué no puedo ser feliz? Y buscan respuestas en otros culpándolos de todas sus desgracias, culpan a los padres, a los maestros, a los amigos, al cónyuge, al jefe y a todo aquel que se le ocurra o se le atraviese en el camino. Es fácil buscar culpables cuando no queremos cambiar y simplemente nos dejamos llevar por las circunstancias de la vida.
El ser feliz es algo que depende exclusivamente de mí y que comienza a medida que me amo a mi mismo. No se trata de ser egoísta al pensar en mi mismo, se trata del principio espiritual “Amaras a tu prójimo como a ti mismo”. No puedes pretender ser feliz con otros si no eres feliz contigo, ni te aceptas ni te soportas a ti mismo. Recuerda el ser feliz no depende de otros, es tu elección que cambia el mundo.
La felicidad no es un sentimiento, es un modo de vida que se aprende viviendo en gratitud. Tu felicidad no está determinada por lo que digan o hagan otras personas, está determinada por lo que tu pienses acerca de ti mismo. ¿Qué piensas acerca de ti mismo? Quizás es tiempo de cambiar esa imagen que tienes de ti porque no es lo que Dios diseño para ti. Es tiempo de dejar de verte como una víctima, hoy es el día que tienes que comenzar a verte como protagonista. ¿Qué cosas necesitas cambiar para verte como protagonista? ¿Será tu comportamiento? ¿Será tu actitud? ¿Será tu manera de ver la vida?
Quizás no alcances a ver y necesitas la ayuda de un entrenador que te ayude a ver aquellas cosas que no estás viendo, sin embargo déjame decirte que el primer paso para ser feliz es tener la paz con Dios, El es el dador de la felicidad, y si estoy amándole a El y me amo a mi mismo, es más fácil amar a los demás y disfrutar la vida.
Somos felices cuando todo nos sale bien, nos encanta que todo nos salga bien y si eso es lo que busca comienza en este día a ser feliz. Algunas cosas que puedes hacer:
1) Agradecer a Dios por la vida y la oportunidad que te da para disfrutarla.
2) No pienses ni hables nada contrario a lo que Dios dice que eres. Piensa lo mejor.
3) Olvida los errores del pasado, el ayer es historia. Disfruta el presenta y planifica el futuro.
4) Haz sentir a las personas que tienes a tu lado que son importantes para ti.
5) Busca siempre el lado positivo del fracaso. ¿Qué puedes aprender hoy?
6) Practica el poder de la sonrisa, el poder del abrazo y el poder de las palabras positivas con las personas que encuentres cada día.
7) No te olvides “Quie
n tiene a Dios nada le falta”
Hay otras ideas prácticas que te ayudaran pero debes recordar que la felicidad es un viaje no un punto de llegada y esta felicidad llega con la decisión de cambiar paradigmas, creencias y cosas que debemos abandonar.
Hoy es el mejor día para ser feliz y aunque parezca imposible está a pocos segundos de que suceda.
Es tu elección.

lunes, 15 de junio de 2009

SER PADRE Y EJERCER AUTORIDAD


En el tercer Domingo de este mes (Junio) celebramos el “Día del Padre” la figura central de la familia, y al referirnos a él pensamos en las variaciones que se han producido en torno a su lugar, rol y función en medio de los cambios que el nuevo siglo ha generado sobre las conformaciones familiares.
En su plenitud el padre era una figura definida, que representaba la autoridad familiar y tenía a su cargo la responsabilidad de establecer el lazo social de la familia.
El padre representa a la ley, pone límites. Y esto es condición necesaria en la maduración psíquica de todo sujeto (niño en principio, adulto después). Es lo que le va a permitir interiorizar un marco de referencias, de pautas de acción, de normas y reglas a respetar. Condición para desarrollar sus propios límites.
El hombre no es padre por naturaleza, sino que es la llegada de un hijo la que convierte a una persona en padre, y es este momento el que lo convierte en figura de autoridad, guía, protección y cuidado. Esto implica que la paternidad no es una condición natural, sino que se aprende, es un rol y una función a desarrollar en la práctica, y como tal la puede ejercer cualquier persona que tenga el deseo de ser padre (no solo un progenitor).
Y ser padre implica ejercer la autoridad (no el autoritarismo). Representar la ley, no serlo. Aunque esta diferencia no siempre se reconoce y por temor a caer en el absolutismo hoy se registra un vacío de autoridad.
Hay quienes, por temor, se sientan a discutir las normas con los hijos en una charla. Es correcto explicar el porqué de las reglas que se imponen, pero no hay que buscar que el otro las comprenda o apruebe para que entren en vigencia. El padre es la autoridad, y desde ese lugar ejerce su derecho a poner los límites, no en beneficio propio sino del niño. Éste no puede autolimitarse, y en la vida diaria vemos diferentes ejemplos de cómo los niños “piden” ese límite.
Para que las normas cobren vigencia, es necesario que la pareja esté de acuerdo, y no se desautoricen entre sí. En caso de no estar de acuerdo, lo importante es no contradecir al otro ni discutirlo frente de los hijos, sino en otro momento, para no debilitar la autoridad del otro. En ese caso, se da lugar a la duda, y la palabra pierde autoridad.
Ser padre también implica comprender que a los niños se les puede y se les debe decir NO. Ser padre es ser guía, orientar, acompañar, enseñar, alentar a los hijos a tomar decisiones, sabiendo que se pueden equivocar y que para eso, siempre el padre, va a estar presente.
Ojalá que en esta nueva década se pueda entender y estar seguros de que la autoridad del padre es necesaria, desde todas las perspectivas, como hijos, como esposa, como madre, como parte de la familia, entonces estaremos igualmente revalorando la familia y reconstruyendo la imagen paternal como un elemento primordial dentro de la sociedad. (Carlos R. Llirod Guzmán)

S.O.S. ¡AYUDENME A SER PADRE!


Para quién lea esto: Soy Estuardo, me encuentro en la habitación de un hotel donde solo hay una cama, una pequeña mesa y una silla; llevo aquí muchas horas desde que salí de mi casa, dejando a mi familia en medio de un caos, del que seguramente yo soy el culpable y no sé cómo resolverlo o que debo hacer. Por favor, alguien ¡ayúdenme a ser Padre!
Desde que tuve uso de razón, en casa con mi madre, no conocí la figura paterna, era mi madre la única que se encargaba de mi crianza y quién me cubría de mimos, caricias y cuidados, que a decir verdad no extrañaba la presencia de un padre u otra personas, más aún si tenía a mi alrededor el cariño de otras personas como abuelitos, tíos, primos, etc. Las cosas siguieron así hasta que tuve la edad de ir al colegio y veía como mis compañeros eran llevados por sus padres e igualmente eran recogidos, muchas veces me ponía tras el portón de ingreso a la escuela para ver a los niños llegar de la mano de sus papas, cuanta alegría había en ellos y con qué felicidad se despedían unos a otros; como era una criatura no tenía mayor conciencia de ello y solo lo tomaba como algo bonito. Pero los cuestionamientos llegaron cuando en una clase sobre la familia, la profesora comenzó a inquirir sobre los nombres y la ocupación de nuestros padres, todos los niños respondían con soltura y agrado a este requerimiento de la maestra, más cuando llegó mi turno, solo pude decir el nombre y la ocupación de mi madre, y como no pude continuar, sentí que el mundo se me venía abajo, la profesora me salvo de esta situación y desvió la conversación para luego darle pase a otro alumno. Esto me marcó y desde allí mis temores al respecto fueron muchos y siempre estaba a la expectativa de todo tipo de conversación que tenía que ver con este asunto, de la cual yo huía. Años más tarde, mi madre se compromete con un caballero y llegue como muchos a tener un “padre político”, que en verdaderos términos es el padrastro. Lo que ocurrió luego es historia de otro tema, pero les aseguro que todo acontecimiento repercute en la vida de los hijos, unos para bien y otros no.
Ahora, en la soledad de este cuarto, medito el porqué de esta situación y como he estado llevando mi vida con respecto a mi familia, especialmente con mis hijos que son el motivo por lo que me encuentro fuera de casa y a punto de cometer un desatino; lo cierto es que muchas imágenes e ideas vuelan por mi cabeza y quisiera ordenarlas.
Para ser sincero conmigo mismo, lo primero que tengo que aceptar es que nunca planifique mi vida, me case y tuve mis hijos porque Dios los manda, y como muchos o la mayoría, recibí a mis hijos sin nunca haber tenido la idea de ¿Qué es ser padre?, y ¿Cómo actuar?, en otras palabras, nadie me enseño a ser padre. He pasado los últimos 15 años de mi vida pensando en que, ser padre es, trabajar, para que nuestros hijos tengan educación, alimento, vestido y vivienda, y todo esto a costa de cualquier sacrificio, que en muchos casos nos lleva a ausentarnos de casa por algunos periodos de tiempo y en algunos casos muy largos.
Luego de haberles contado todo esto creo que me siento más tranquilo y hasta podría concebir que es lo que tengo que hacer. Lo primero que hare será buscar el diálogo con mis hijos y mi esposa, se que siempre he dicho que no he tenido tiempo, intentaré conocer más a mi familia, saber sus problemas, sus sentimientos y sus necesidades , contarles también los míos, y buscaremos juntos solucionar las diferentes opiniones que tengamos. Yo sé que mis hijos y mi esposa me quieren, así lo he sentido siempre, y yo también los amo, pero en muy pocas oportunidades les he hecho saber, ahora siento la necesidad de que lo sepan, ojalá ellos me puedan comprender y me puedan ayudar a dar este paso muy importante.
Saben amigos, no sé qué hago en este cuarto del hotel, pero gritar en silencio mi frustración me ha hecho bien, pienso que también hubiese sido bueno contarle esto a un amigo o consultarlo con un sicólogo o alguna persona especialista. Pero ahora estoy bien y quiero agradecer Dios, el que haya podido encontrar una luz luego de la tormenta que pase. Solo sé que en adelante, buscaré la forma de aprender a ser un buen padre y esposo, tendré que ser humilde para ceder y sabio para dirigir, confió en que Dios me dará el discernimiento que necesito, especialmente siempre estaré pidiendo: S.O.S. ¡AYUDENME A SER PADRE!

lunes, 25 de mayo de 2009

LAS 4 “C” PARA DETERMINAR MI VOCACIÓN: COMODO – CONSIDERADO – COMPETENTE - CONTENTO



En un mundo globalizado, regido por la oferta y la demanda, en que la tasa de desempleo es cada vez más preocupante, y los casos de estrés y depresión son más recurrentes en los centros de trabajo, adquiere mayor importancia el poder determinar la vocación de cada persona, que la lleve a una ocupación o profesión en que se sienta “cómodo, considerado, competente y contento”, en una palabra “realizado”. Esto nos lleva a analizar algunos puntos de vista que estamos seguros son indispensables a la hora de decidir o tomar una determinación sobre el futuro profesional o acupacional de los jóvenes de ahora.
COMO RECONOCER MI VOCACIÓN
Lo primero, hay que sentirnos libres para elegir, no pensar como papa o mamá, o algún familiar y amigo, esos son planes ajenos; luego tendrás que desechar situaciones convenientes, porque no siempre lo que te conviene es tu vocación, lo mismo que tendrás que alejar el fantasma de que no tengo medios suficientes, porque querer es poder; y hasta yo diría que para reconocer tu vocación no debes mirar los requerimientos del medio, es decir en que profesiones u ocupaciones hay más trabajo.
RESCATA TUS SUEÑOS
Para reconocer verdaderamente cual es nuestra vocación hay que atreverse a soñar, es la única forma de saber hacia dónde va lo nuestro, en qué dirección venimos proyectados, y esto lo detectaremos en la elección de nuestras actividades: Hay que preguntarnos ¿Qué actividades me gustan más y porque las elegimos?, ¿En qué actividades te desenvuelves mejor y sientes más comodidad?, ¿Qué actividades se repiten con mayor frecuencia en mi vida o me gustaría realizar? Hasta me atrevería agrupar aquí, que ideas ocupan nuestra imaginación; es decir, aquellas ideas o pensamientos que siempre tenemos para solucionar, reparar o perfeccionar tal o cual situación. Esto es fundamental porque nos descubre y nos lleva a meternos en nuestro mundo.

SUEÑOS MÁS INTERESES COTIDIANOS

Todo esto que hemos referido, es válido, solo si tienen relación con alguno de nuestros intereses cotidianos, me refiero a los sueños que nos son más propios, los que despiertan nuestras mayores energías, en los que nos sentimos mejor posicionados en cuanto a nuestra capacidad, a donde van más frecuentemente nuestra mente e imaginación, en donde creo o siento que puedo aportar algo, desechando toda influencia externa o falsas creencias respecto a algo o a alguien.

IDENTIFICACIÓN, APTITUD Y ENTREGA ES NUESTRA VOCACIÓN

Uno puede tener gustos por muchas cosas y habilidad para otras tantas, pero la vocación es una, ella te absorbe y te lleva a dejar en segundo plano todo el resto (CONTENTO).
Hay otras cosas que nos agradan porque somos hábiles en ello y esto nos hace sentirnos bien, pero no hay mayor curiosidad por la tarea misma. El agrado que sentimos es por una alimentación a nuestra autoestima y el reconocimiento de los demás. En la VOCACIÓN está la curiosidad y el placer por la realización de la tarea misma y no sólo por sus logros (COMODO); se te ocurren cosas nuevas o puntos de vista diferentes a los ya existentes en esto, te animas a especular, a hacer hipótesis, sientes una seguridad intuitiva que de alguna manera saldrás adelante con esto y quisieras hacerlo a tu manera (COMPETENTE). Sientes que esto es muy necesario para los demás o para la Vida. (CONSIDERADO)
Finalmente, no pierdas de vista que una vocación bien elegida estará siempre contrastando las “cuatro C” en el desempeño laboral: “cómodo, considerado, competente y contento”.

jueves, 14 de mayo de 2009

FECHAS DE ALERTA PARA ESTUDIANTES Y PADRES

Esta nota no es para preocuparnos, sino como se señala es para ponernos en ALERTA, es decir, poner especial interés en algunas fechas que son claves para controlar e indagar sobre el rendimiento de nuestros hijos en sus centros de estudios. Muchas veces reaccionamos cuando ya es tarde y no podemos enmendar los errores u omisiones cometidas, y de esta forma no podemos ayudar a nuestros hijos.
Lo primero que tenemos que saber es, en cuantos periodos han dividido el año escolar, en Bimestres (cada 2 meses), en Trimestres (cada 3 meses), y cuando comienzan y terminan. En el caso de los periodos trimestrales, si las clases empezaron en Marzo, el primer periodo culminara a fines de Mayo o los primeros días de Junio; aquí las “fechas de alerta para padres e hijos” serán las tres últimas semanas del periodo.
¿Qué deben saber hijos? Los estudiantes deben tener una idea concreta de sus calificaciones y su situación en cada curso o área, si tenemos en cuenta de que ningún profesor puede o debe ocultar “notas”, entonces esto estará muy claro y nadie desconocerá su situación. Hay que señalar que en la variedad de calificaciones están las evaluaciones escritas y orales, las exposiciones, los trabajos individuales y grupales, las carpetas de trabajo o archivos, las tareas encomendadas o trabajos de campo, las intervenciones, en algunos casos los cuadernos de desarrollo, etc.
¿Qué deben saber los padres? Los padres de familia o tutores deben por estas fechas tener una comunicación más estrecha y una relación de mayor interés a las cosas de sus hijos, especialmente sobre su situación académica, pero esto no debe quedar allí, su misión se complementa con su presencia en el centro educativo para indagar sobre la situación de sus hijos. Esta presencia del padre o apoderado en el centro de estudios crea un doble efecto sicológico, primero con los profesores y personal auxiliar que verán el interés y apoyo que muestran a sus hijos, por lo tanto su trato hacia ellos será de mayor atención y preferencial, que no tendrán los estudiantes cuyos padres nunca se aparecen. Por otro lado, tendrá de forma directa la información requerida y podrá confrontarla con lo que dicen sus hijos. Este segundo efecto es doblemente importante, porque en el caso de que los hijos no hayan estado dando una información verdadera, podremos hacer a tiempo algún correctivo y ayudarlos a enmendar sus errores.
Culminamos comentando que hay algunos hijos que no quieren que los padres vayan a su centro educativo, este puede ser un mal síntoma, situación en que los padres no pueden caer; pero también hay padres que ponen mil disculpas o justificaciones para aducir que no pueden ir a cumplir con esta obligación; yo diría, que si hay una verdadera forma de amar a sus hijos, es a través de esta tarea o mejor dicho “deber”.
La tarea empieza ya, y si le agregamos que, la nota que tengamos en el primer trimestre será la referencia que tendrá en profesor para saber con qué alumno está contando, por lo tanto no hay que conformarse con aprobar (11 o 12), hay que intentar la excelencia (16 a más). Prof. Carlos R. Llirod Guzmán. EMAIL: llirodguzman@gmail.com

sábado, 9 de mayo de 2009

¿QUÉ HACER ANTE UN PROBLEMA GENERADO POR UN HIJO?

Esta es una pregunta que nos lleva a imaginar mil situaciones diferentes, y muchas veces desesperadas, de quienes en verdad no saben qué hacer o hacen algo que después quisieran no haberlo hecho nunca; aunque hay también quienes se sienten lo suficientemente capaces de solucionarlo por sus medios, con desiguales resultados, buenos o malos.
A través de este artículo ponemos a consideración estos puntos de vista que pueden compartirlos con sus hijos y familiares.
Lo primero,” ante una tempestad ponga usted calma y aplomo”, nada se resuelve bien si no se tiene el tino y la paciencia suficiente para discernir y proponer la solución o ayudar a buscar un camino alternativo que nos lleve a una enmienda o corrección. Si cabe la expresión diríamos, no atacar a la persona que cometió el error (hijos), sino la conducta que nos lleva al problema, hay que tener en cuenta de que esto no es una guerra, por lo tanto no hay que sentirse ofendido ni ofender. Aquí hay que ser bien concretos, no podemos corregir con ira o cólera, tampoco podemos tomárnoslo a pecho y sentirlo como si este problema lo hicieron adrede para nosotros. Nunca empezar diciendo “esto no te lo perdono nunca”, porque simplemente nunca se cumple; hay que ser consientes de que tiene que haber un castigo correctivo, que trasmita que las malas conductas tienen consecuencias, pero siempre este castigo tiene que ser concreto y debe anunciar que hacer y en qué tiempo, si es posible hay que escribirlo para no irlo cambiando en el tiempo.
Ante todo esto hay que tener una idea clara de que los castigos tienen un proceso, se desarrollan poco a poco, no se puede pretender tener autoridad de la noche a la mañana o que estos se cumplan como por obra de magia. Eso sí, tenemos que ser perseverantes, más que los hijos, y no perder de vista el cumplimiento del castigo.
A veces a los padres nos toca asumir papeles incómodos o poco populares, pero que eso no nos lleve a ceder en la corrección creyendo que así evitaremos males mayores o que estos pasarán con el tiempo. No podemos sucumbir en situaciones de crisis, tenemos que aprender a ver nuestros progresos aunque estos sean lentos o no se noten, no hay que consentir que se nos diga ”hago todo esto, y nada cambia”, porque no es verdad, esto indica que si aceptamos estamos flaqueando.
Un castigo o corrección no significa recortar algunas actividades necesarias para la vida y la salud, como la educación física, el deporte, etc., pero si requiere de un control o limitación de algunas actividades de esparcimiento o entretenimiento, que conllevan al cumplimiento del castigo; no hay que dejarse llevar por los que dicen que “todo se arregla con el diálogo”, o que “los profesores exageran”, o que la culpa a sido del otro cónyuge que no atiende a su hijo, todas esas son disculpas para librarnos de nuestra responsabilidad.
Para actuar con seguridad, hay que unificar criterios con la familia y ser consientes de que esta no será la única vez que tengamos que afrontar algún problema, la vida está llenos de ellos y justo, parte de nuestra vida es resolverlos.
Finalmente, no cerrar los ojos y caer en las mentiras, trampas y argucias de los jóvenes, que para esto tienen mucha imaginación, tampoco debemos hacernos los “buenos” poniéndonos de su parte o protegiéndolos demasiado creyendo que así seremos sus “amigos”, recuerden que ante todo está la autoridad de los padres y que esta no se negocia; van a ver muchos altos y bajos, cosas a favor y en contra, recaídas, tropezones y mil peripecias más, pero no hay que desanimarse ni bajar la guardia, que siempre encontraremos una forma de superar el reto, porque si Dios nos pone un problema en el camino, también nos da el discernimiento y sabiduría para encontrar la solución.
Si deseas una orientación de un caso individual escribe a nuestro correo: llirodguzman@gmail.com

domingo, 26 de abril de 2009

SAQUEMOS PROVECHO DEL ENAMORAMIENTO




Se dice constantemente de que los jóvenes no entienden, son rebeldes, muy cerrados en sus cosas, que hacen las cosas a su manera, etc., y pienso eso es natural, lo único que hacen es navegar en su espacio, ese mundo que les ha tocado vivir, al cual de una u otra manera los padres, la familia, la sociedad le han legado. Entonces, encontremos formas u oportunidades para acercarnos a ellos, entenderlos y convivir en su mundo; sin forzarlos a que ellos vengan al nuestro, que si bien es cierto nos resulta mas cómodo, tampoco es el apropiado, ni correcto.
Ante la pregunta que hacer, hay muchas respuestas y una de ellas es: “SAQUEMOS PROVECHO DEL ENAMORAMIENTO DE LOS JÓVENES”.
Reacción: ¿Cómo, enamoramiento de mi hija, de mi hijo? ¡No!, pues yo te digo ¡sí!
Primero, hay que entender que el enamoramiento es un estado constante en los seres humanos y que en el despertar de la vida, llámese niñez o juventud, se da con mayor euforia y frecuencia, puesto que es una etapa donde la personalidad y los sentimientos son mas volubles, y podemos pasar de la ilusión a la desilusión sin motivo alguno.
El enamoramiento es una etapa maravillosa, no nos asustemos pero en realidad es el despertar del sexo; es decir, es parte de nuestra sexualidad por la que todos tienen que pasar más tarde o más temprano, no se sabe la edad, ni la forma como llegará. Podemos agregar que es la etapa de la admiración del uno al otro, de los temores e inseguridades, de la afirmación de nuestro sexo, de la fantasía. Es un estado especial de éxtasis, donde se juguetea con la palabra amor, pero no nos olvidemos de las huellas que dejan y que se traducen en esta frase “el primer amor nunca se olvida”.
Ahora, después de este necesario preámbulo vayamos al tema que nos convoca, ¿Cómo podemos sacar provecho de esta situación?, involucrándote en el asunto, tomando parte de este descubrimiento de tu hijo o hija y tocando el tema con naturalidad, paciencia y mucho tino.
Es la mejor oportunidad para que los padres se conviertan en amigos y establezcan con sus hijos una relación de confianza, de cofradía y hasta de cómplices de sus sueños y aspiraciones, si esto no es así, es seguro de que no serán aceptados y muy posible serán hasta rechazados, creándose una barrera infranqueable entre ambos, muy difícil de traspasar.
El tener éxito en esta primera fase del acercamiento, nos permitirá ayudar a nuestros hijos libremente, en su oportunidad y con una docilidad inimaginable, recibiendo de ellos la aprobación para meternos en su vida o en sus cosas como ellos lo llaman; si hemos logrado esto, el cielo se abre para nuestra familia, porque una persona enamorada, más aun un joven o un niño, es capaz de hacer muchas cosas buenas si es bien orientado.
Tendremos mejoras en los estudios, porque querrá ser el mejor de la clase, se notarán cambios de hábitos, porque deseará tener una buena presencia y aseo personal; habrá más responsabilidad en sus actos, porque necesitará de la aprobación de los suyos y de quién se enamora; será más comunicativo, porque tendrá confianza y se sentirá seguro; y lo más importante, será feliz, porque se sentirá querido por su familia y su prójimo.
No creen que esta sea una táctica realizable y factible para aplicarla en nuestra familia. Lean dos veces este artículo y seguramente encontrarán que faltan muchas cosas, pero no dejen de reconocer que lo poco que dice es muy cierto, y si usted entendió el fondo de este tema, entonces “SAQUEMOS PROVECHO DEL ENAMORAMIENTO DE LOS JÓVENES”. (Carlos R. Llirod Guzmán)

martes, 21 de abril de 2009

REJUVENEZCAMOS LOS VALORES EN NUESTRA FAMILIA

Aunque la frase “rejuvenezcamos los valores” nos parezca un tanto forzada o inapropiada para tratar este tema, yo quiero plantearla desde un punto de vista realista a lo que vive en la actualidad la juventud; todos sabemos que cuando se habla de valores los jóvenes tienen una opinión despectiva y señalan, “eso es cosa de los viejos”, “los viejos nos quieren imponer”, “ya paso de moda”, “están en otra onda”, “no nos dejan vivir nuestra juventud”, etc., y si pues, es posible de que desde su perspectiva lo estén percibiendo así, y afirmo que no es poca su razón, sino analicemos las expresiones de los mayores: “ mis tiempos eran diferentes”, “nuestros padres si nos criaban a la raya”, “estos mocosos no saben comportarse”, “lo de ayer fue mejor”, “esta juventud está perdida”; entonces, este enfrentamiento es uno de los causantes de este caos que es la pérdida de los valores en la familia y en la sociedad, y no digo en los centros educativos porque estos solo reflejan lo que los jóvenes y niños traen de su casa y de su entorno social. Es poco o casi nada lo que se puede hacer si no curamos este mal desde su raíz.

Ahora la pregunta es ¿Qué podemos hacer?.

Yo respondería: REJUVENEZCAMOS LOS VALORES EN NUESTRA FAMILIA

Ahora la preocupación sería ¿por dónde empezar?, ¿cómo empezar?, ¿con que empezar?

Creo firmemente que el primer paso que tenemos que dar es suprimir las distancias de los tiempos y las edades. Los valores son y serán siempre para ancianos, adultos, jóvenes y niños, y en proporciones iguales, nadie puede decir que, porque tú eres tal, tienes que tener mayor o menor respeto, entonces el respeto será igual para todos, en toda su dimensión. Esto también conlleva a desechar este término de que todo lo pasado fue mejor, nada en el tiempo es mejor o peor, todo se da en su debido momento y en su contexto, no tenemos que discriminar, ni hacer conjeturas, ni poner condiciones.

Ahora si empecemos; allí en la raíz, en la familia, es donde podemos iniciar el rejuvenecimiento de los valores, y tú como parte real de ella, tienes una participación real, efectiva, importante e impostergable, si quieres para los tuyos un futuro saludable, sólido y feliz. Es el mejor regalo que puedes ofrecerle a los tuyos, cuyo único costo es la decisión y un poco de paciencia, después déjalo todo a la providencia. No esperemos más REJUVENEZCAMOS LOS VALORES EN NUESTRA FAMILIA.

Seguiremos tratando este tema, estar atentos a las siguientes publicaciones.

Un abrazo.

Carlos R. Llirod Guzmán (Email: llirodguzman@gmail.com)

Si quieres conversar sobre este tema directamente con el autor, escribe a nuestro correo y solicita una video llamada a través del internet (chat).

lunes, 20 de abril de 2009

DIA DE LA MADRE: “Una buena fecha para reconciliarse”

No creo pecar si afirmó que no son pocos los esposos, hijos, familiares y amigos en general que por alguna razón se encuentran ahora distanciados o peleados, no quiero saber la razón, ni tampoco los hechos que ocasionaron este disgusto y tal vez un distanciamiento, lo que nos promueve a hacer este artículo es la oportunidad de reconciliación, que está relacionada a la proximidad de un día especial, como es el “Día de la Madre”, una fecha que sin duda nos invita al AMOR en todo el sentido de la palabra y con seguridad nos hace más sensibles, comprensibles, comunicativos y hasta hogareños.
Por eso, aprovechemos esta oportunidad para volver al “redil”, o llamar a nuestros prójimos a la concordia. No esperes que sea el otro que tome la iniciativa, ni tampoco que llegue la fecha exacta, adelántate a los acontecimientos, crea un clima favorable y de reconciliación, ponle algún condimento a los actitudes que tomes como un regalito, una invitación a cenar, ver una película u obra de teatro, escríbele una carta, envíale flores, ayúdale a reparar algo en casa, adorna la casa, arregla el jardín, ve tu, hay miles de cosas que pueden significar mucho para el otro y tu lo sabes.
Si tienes alguna duda escríbeme y veremos tu caso en forma personal, pero en todo caso no te desanimes, estoy seguro de que está fecha será especial para ti. (llirodguzman@gmail.com)

sábado, 18 de abril de 2009

¿Porque necesitamos una orientación?

Esta confirmado de que nuestra educación se debate entre una realidad negativa, tanto en los aspectos de conocimientos como en valores, lo que nos lleva a plantear una alternativa a esta situación: "revaloremos nuestra educación desde la familia"; es decir apoyemos la labor de nuestros hijos desde condición de padres de familia o apoderados. ¿Y como podemos hacerlo? A través de una orientación específica a su problemática.
Hay que tener en claro de que cada ser (en este caso, hijo o hija) es una entidad singular con sus propias virtudes y defectos, con sus propias necesidades y ambiciones, con sus propias habilidades y limitaciones, y con su forma personal de concebir el mundo que lo rodea.
Es por esto que intercedemos para ofrecerte una alternativa de ayuda a esta problemática. Solo tienes que escribirnos e inciaremos contigo este camino de cambio en las actitudes y comportamiento de tu hijo, sin fines comerciales o de lucro, solo queremos poner en práctica y compartir lo que Dios a permitido que podamos aprender.