lunes, 25 de mayo de 2009

LAS 4 “C” PARA DETERMINAR MI VOCACIÓN: COMODO – CONSIDERADO – COMPETENTE - CONTENTO



En un mundo globalizado, regido por la oferta y la demanda, en que la tasa de desempleo es cada vez más preocupante, y los casos de estrés y depresión son más recurrentes en los centros de trabajo, adquiere mayor importancia el poder determinar la vocación de cada persona, que la lleve a una ocupación o profesión en que se sienta “cómodo, considerado, competente y contento”, en una palabra “realizado”. Esto nos lleva a analizar algunos puntos de vista que estamos seguros son indispensables a la hora de decidir o tomar una determinación sobre el futuro profesional o acupacional de los jóvenes de ahora.
COMO RECONOCER MI VOCACIÓN
Lo primero, hay que sentirnos libres para elegir, no pensar como papa o mamá, o algún familiar y amigo, esos son planes ajenos; luego tendrás que desechar situaciones convenientes, porque no siempre lo que te conviene es tu vocación, lo mismo que tendrás que alejar el fantasma de que no tengo medios suficientes, porque querer es poder; y hasta yo diría que para reconocer tu vocación no debes mirar los requerimientos del medio, es decir en que profesiones u ocupaciones hay más trabajo.
RESCATA TUS SUEÑOS
Para reconocer verdaderamente cual es nuestra vocación hay que atreverse a soñar, es la única forma de saber hacia dónde va lo nuestro, en qué dirección venimos proyectados, y esto lo detectaremos en la elección de nuestras actividades: Hay que preguntarnos ¿Qué actividades me gustan más y porque las elegimos?, ¿En qué actividades te desenvuelves mejor y sientes más comodidad?, ¿Qué actividades se repiten con mayor frecuencia en mi vida o me gustaría realizar? Hasta me atrevería agrupar aquí, que ideas ocupan nuestra imaginación; es decir, aquellas ideas o pensamientos que siempre tenemos para solucionar, reparar o perfeccionar tal o cual situación. Esto es fundamental porque nos descubre y nos lleva a meternos en nuestro mundo.

SUEÑOS MÁS INTERESES COTIDIANOS

Todo esto que hemos referido, es válido, solo si tienen relación con alguno de nuestros intereses cotidianos, me refiero a los sueños que nos son más propios, los que despiertan nuestras mayores energías, en los que nos sentimos mejor posicionados en cuanto a nuestra capacidad, a donde van más frecuentemente nuestra mente e imaginación, en donde creo o siento que puedo aportar algo, desechando toda influencia externa o falsas creencias respecto a algo o a alguien.

IDENTIFICACIÓN, APTITUD Y ENTREGA ES NUESTRA VOCACIÓN

Uno puede tener gustos por muchas cosas y habilidad para otras tantas, pero la vocación es una, ella te absorbe y te lleva a dejar en segundo plano todo el resto (CONTENTO).
Hay otras cosas que nos agradan porque somos hábiles en ello y esto nos hace sentirnos bien, pero no hay mayor curiosidad por la tarea misma. El agrado que sentimos es por una alimentación a nuestra autoestima y el reconocimiento de los demás. En la VOCACIÓN está la curiosidad y el placer por la realización de la tarea misma y no sólo por sus logros (COMODO); se te ocurren cosas nuevas o puntos de vista diferentes a los ya existentes en esto, te animas a especular, a hacer hipótesis, sientes una seguridad intuitiva que de alguna manera saldrás adelante con esto y quisieras hacerlo a tu manera (COMPETENTE). Sientes que esto es muy necesario para los demás o para la Vida. (CONSIDERADO)
Finalmente, no pierdas de vista que una vocación bien elegida estará siempre contrastando las “cuatro C” en el desempeño laboral: “cómodo, considerado, competente y contento”.

jueves, 14 de mayo de 2009

FECHAS DE ALERTA PARA ESTUDIANTES Y PADRES

Esta nota no es para preocuparnos, sino como se señala es para ponernos en ALERTA, es decir, poner especial interés en algunas fechas que son claves para controlar e indagar sobre el rendimiento de nuestros hijos en sus centros de estudios. Muchas veces reaccionamos cuando ya es tarde y no podemos enmendar los errores u omisiones cometidas, y de esta forma no podemos ayudar a nuestros hijos.
Lo primero que tenemos que saber es, en cuantos periodos han dividido el año escolar, en Bimestres (cada 2 meses), en Trimestres (cada 3 meses), y cuando comienzan y terminan. En el caso de los periodos trimestrales, si las clases empezaron en Marzo, el primer periodo culminara a fines de Mayo o los primeros días de Junio; aquí las “fechas de alerta para padres e hijos” serán las tres últimas semanas del periodo.
¿Qué deben saber hijos? Los estudiantes deben tener una idea concreta de sus calificaciones y su situación en cada curso o área, si tenemos en cuenta de que ningún profesor puede o debe ocultar “notas”, entonces esto estará muy claro y nadie desconocerá su situación. Hay que señalar que en la variedad de calificaciones están las evaluaciones escritas y orales, las exposiciones, los trabajos individuales y grupales, las carpetas de trabajo o archivos, las tareas encomendadas o trabajos de campo, las intervenciones, en algunos casos los cuadernos de desarrollo, etc.
¿Qué deben saber los padres? Los padres de familia o tutores deben por estas fechas tener una comunicación más estrecha y una relación de mayor interés a las cosas de sus hijos, especialmente sobre su situación académica, pero esto no debe quedar allí, su misión se complementa con su presencia en el centro educativo para indagar sobre la situación de sus hijos. Esta presencia del padre o apoderado en el centro de estudios crea un doble efecto sicológico, primero con los profesores y personal auxiliar que verán el interés y apoyo que muestran a sus hijos, por lo tanto su trato hacia ellos será de mayor atención y preferencial, que no tendrán los estudiantes cuyos padres nunca se aparecen. Por otro lado, tendrá de forma directa la información requerida y podrá confrontarla con lo que dicen sus hijos. Este segundo efecto es doblemente importante, porque en el caso de que los hijos no hayan estado dando una información verdadera, podremos hacer a tiempo algún correctivo y ayudarlos a enmendar sus errores.
Culminamos comentando que hay algunos hijos que no quieren que los padres vayan a su centro educativo, este puede ser un mal síntoma, situación en que los padres no pueden caer; pero también hay padres que ponen mil disculpas o justificaciones para aducir que no pueden ir a cumplir con esta obligación; yo diría, que si hay una verdadera forma de amar a sus hijos, es a través de esta tarea o mejor dicho “deber”.
La tarea empieza ya, y si le agregamos que, la nota que tengamos en el primer trimestre será la referencia que tendrá en profesor para saber con qué alumno está contando, por lo tanto no hay que conformarse con aprobar (11 o 12), hay que intentar la excelencia (16 a más). Prof. Carlos R. Llirod Guzmán. EMAIL: llirodguzman@gmail.com

sábado, 9 de mayo de 2009

¿QUÉ HACER ANTE UN PROBLEMA GENERADO POR UN HIJO?

Esta es una pregunta que nos lleva a imaginar mil situaciones diferentes, y muchas veces desesperadas, de quienes en verdad no saben qué hacer o hacen algo que después quisieran no haberlo hecho nunca; aunque hay también quienes se sienten lo suficientemente capaces de solucionarlo por sus medios, con desiguales resultados, buenos o malos.
A través de este artículo ponemos a consideración estos puntos de vista que pueden compartirlos con sus hijos y familiares.
Lo primero,” ante una tempestad ponga usted calma y aplomo”, nada se resuelve bien si no se tiene el tino y la paciencia suficiente para discernir y proponer la solución o ayudar a buscar un camino alternativo que nos lleve a una enmienda o corrección. Si cabe la expresión diríamos, no atacar a la persona que cometió el error (hijos), sino la conducta que nos lleva al problema, hay que tener en cuenta de que esto no es una guerra, por lo tanto no hay que sentirse ofendido ni ofender. Aquí hay que ser bien concretos, no podemos corregir con ira o cólera, tampoco podemos tomárnoslo a pecho y sentirlo como si este problema lo hicieron adrede para nosotros. Nunca empezar diciendo “esto no te lo perdono nunca”, porque simplemente nunca se cumple; hay que ser consientes de que tiene que haber un castigo correctivo, que trasmita que las malas conductas tienen consecuencias, pero siempre este castigo tiene que ser concreto y debe anunciar que hacer y en qué tiempo, si es posible hay que escribirlo para no irlo cambiando en el tiempo.
Ante todo esto hay que tener una idea clara de que los castigos tienen un proceso, se desarrollan poco a poco, no se puede pretender tener autoridad de la noche a la mañana o que estos se cumplan como por obra de magia. Eso sí, tenemos que ser perseverantes, más que los hijos, y no perder de vista el cumplimiento del castigo.
A veces a los padres nos toca asumir papeles incómodos o poco populares, pero que eso no nos lleve a ceder en la corrección creyendo que así evitaremos males mayores o que estos pasarán con el tiempo. No podemos sucumbir en situaciones de crisis, tenemos que aprender a ver nuestros progresos aunque estos sean lentos o no se noten, no hay que consentir que se nos diga ”hago todo esto, y nada cambia”, porque no es verdad, esto indica que si aceptamos estamos flaqueando.
Un castigo o corrección no significa recortar algunas actividades necesarias para la vida y la salud, como la educación física, el deporte, etc., pero si requiere de un control o limitación de algunas actividades de esparcimiento o entretenimiento, que conllevan al cumplimiento del castigo; no hay que dejarse llevar por los que dicen que “todo se arregla con el diálogo”, o que “los profesores exageran”, o que la culpa a sido del otro cónyuge que no atiende a su hijo, todas esas son disculpas para librarnos de nuestra responsabilidad.
Para actuar con seguridad, hay que unificar criterios con la familia y ser consientes de que esta no será la única vez que tengamos que afrontar algún problema, la vida está llenos de ellos y justo, parte de nuestra vida es resolverlos.
Finalmente, no cerrar los ojos y caer en las mentiras, trampas y argucias de los jóvenes, que para esto tienen mucha imaginación, tampoco debemos hacernos los “buenos” poniéndonos de su parte o protegiéndolos demasiado creyendo que así seremos sus “amigos”, recuerden que ante todo está la autoridad de los padres y que esta no se negocia; van a ver muchos altos y bajos, cosas a favor y en contra, recaídas, tropezones y mil peripecias más, pero no hay que desanimarse ni bajar la guardia, que siempre encontraremos una forma de superar el reto, porque si Dios nos pone un problema en el camino, también nos da el discernimiento y sabiduría para encontrar la solución.
Si deseas una orientación de un caso individual escribe a nuestro correo: llirodguzman@gmail.com